Transición

Los países más pobres de África tienen una cobertura de red móvil más densa que Alemania, una de las economías más grandes del mundo. Muchos africanos caminan y conducen con un móvil en la mano. En el camino, a menudo somos fácilmente accesibles. Una tarjeta SIM local proporciona internet. Cuando salimos del último país con una tienda de Apple, Zambia, explota la batería de un viejo iPhone, que sirve como punto de acceso para nuestros teléfonos celulares.

Alcance
No se puede encontrar ningún móvil Apple en Tanzania. El propietario de un puesto callejero en la ciudad de Iringa puede instalar una batería nueva. La batería correcta se entrega súper rápido por un servicio de mensajería de funcionamiento rápido. Compramos la tarjeta SIM en Vodacom. Un caso lleno de empleados varones y una mujer de unos treinta años. Ella es responsable del registro. Una araña en la web. Figurativa y literalmente. Ella controla a sus colegas con los dedos parpadeantes y el dedo índice penetrante. Se asemeja al oficial de aduanas de Tanzania en actitud y comportamiento. Treinta y una mujer también

Shans
La entrada en Tanzania continúa como en Malawi. Aquí también, el impuesto de circulación debe pagarse en dinero local. Es domingo El banco cerró. El comercio ilegal ofrece una solución. Mientras hago negocios en la calle, Onno tiene el chal de una oficial de aduanas. La altiva dama, cuidadosamente vestida y cortada, le pregunta a Onno: "¿Alguna vez has considerado a una mujer africana?" Ya provisto de una mujer, explica que la poligamia no está permitida en los Países Bajos. La dama negra no está satisfecha con eso. Ella quiere saber sus posibilidades con un hombre blanco: "Antes de tu esposa, ¿considerabas un africano entonces?" Onno responde, no románticamente sino honestamente y directamente, "No, nunca". Con un certificado de impuesto de circulación, un cuaderno estampado y una mujer, Onno sale de la oficina. Podemos entrar a Tanzania juntos.

Plantaciones de te
Conducimos por la autopista Tazam hacia Noorden. Ignoraremos la ruta alternativa fuera de carretera. En la temporada de lluvias se transforma en un baño de barro sin fin. Salpicar en la succión de arcilla húmeda no es nuestro hobby. El paisaje del sur de Tanzania nos sorprende. Zona montañosa con hermosa naturaleza verde. Intercalado con plantaciones de té. Muchos pueblos con tiendas y puestos a lo largo del camino. Hay varios donde comprar. Por ejemplo, una colorida colección de ataúdes funerarios. En el camino, los tuktuks y ciclomotores montan todo. Los nuevos SUV de conducción son nueve contra diez de una organización no gubernamental (ONG). Los tanzanos, vestidos con chaquetas, caminan bajo una lluvia más seca. Con una temperatura exterior de 20 grados, no hace mucho frío. Tenemos un Déjà vu. La vista a través del parabrisas del automóvil se asemeja a la provincia norteña de Sikkim en India, así como a Cameron Highlands en Malasia. No vemos turistas ni campings. Dormimos en hoteles.

Organizaciones de caridad
En uno de los hoteles, Iringa Lutheran Center, nos encontramos con una mujer negra, Maria, que trabaja para una parte de las Naciones Unidas en el comedor. Su organización tiene una misión: lograr la igualdad para las mujeres. Especialmente en la región del Kilimanjaro, las mujeres están subordinadas a los hombres. Maria conduce con un colega, un representante occidental de su organización que visita Tanzania. Ella dejó a su colega en el mejor hotel de la ciudad. Superar sustancialmente el presupuesto diario de la sucursal tanzana de la ONG. Es por eso que María ha tomado una habitación en nuestro hotel y la come sola. Ella habla sobre su trabajo y la visita de trabajo de su colega internacional a quien llama constantemente 'señora'. Aparentemente, la igualdad entre mujeres en la misma organización tampoco se ha logrado todavía. Hay muchas opiniones sobre la contribución de las organizaciones de caridad en África. Una opinión que escuchamos regularmente en este continente es: "Dar mantiene a las personas pobres". Al recibir, los africanos no aprenden a cuidarse a sí mismos, por lo que siguen siendo pobres.

Como entonces
No es fácil para los occidentales ser importantes para los africanos. Una tarde lo experimentamos nosotros mismos, a pesar de todas las buenas intenciones. Nos alojamos en un B&B con restaurante italiano, ubicado en un antiguo monasterio de Iringa. Un camión grande llega a la zona de grava y se detiene a medias en el césped. Cuando se ha entregado la gran cantidad de botellas de agua, las ruedas grandes se hunden más en la hierba al dar marcha atrás. Cuanto más persistentemente el conductor continúe acelerando, más profundo desaparecerá el camión en el suelo. Se dispone un tractor, que es lo suficientemente fuerte como para sacar el camión. Eso funciona bastante bien. Cuando reviso nuevamente después de 10 minutos, el tractor ahora está frente al camión. La mitad en la hierba, la mitad en el macizo de flores. El propietario italiano hace frenéticos intentos de dar instrucciones, que no se siguen. "Porque soy mujer", me explica. Desde entonces, su jardín ha sido arado. Que desastre. Me parece que Onno debería estar a cargo. Tiene mucha experiencia en el campo. El dueño está de acuerdo conmigo. Onno demuestra cómo se deben colocar las tablas y las piedras. Pero cuando se da la vuelta, el terco conductor lo saca todo y pone guijarros en los grandes agujeros. Pieter ahora se ha unido a los muchos espectadores. También holandés e invitado del B&B. Ha estado haciendo negocios en Tanzania durante 25 años. Su experiencia consiste en hacer preguntas y hacer preguntas para guiar al tanzano a la solución. Eso lleva su tiempo. A las 19.00 p.m. decidimos permitirles a los africanos su propio proceso de aprendizaje. Vamos a pedir pizza. Cuando ponemos la cuchara en el vaso de tiramisú vacío y bebemos el Limocello casero, finalmente oímos que el camión se aleja. Dejando el jardín destrozado. Y hemos aprendido una sabia lección; para guiar a los africanos hacia una solución con mucha paciencia.

Ruaha o no?
Como si estuviéramos pelando las hojas de una flor; al Parque Nacional Ruaha, no a Ruaha, de hecho ... . Pesamos las cosas. El camino de acceso de 100 kilómetros de largo está maldecido por otros viajeros. Nuestros animales favoritos viven allí: leones, leopardos y perros salvajes. El segundo parque de Tanzania puede haberse mojado demasiado, ya no puede ver animales. Estamos en el barrio ahora. Un día en el parque es desproporcionadamente caro con su propio automóvil. Precio total de admisión por valor de medio año del salario mínimo de Tanzania. El argumento decisivo en última instancia proviene de un ángulo completamente diferente.

Pasión por los leones
El reciente artículo de Volkskrant "Cómo la bióloga de vida silvestre Amy Dickman intenta hacer que el león sea amado" que mi amiga Angelique envía por correo electrónico, nos hace cambiar de opinión; 'La idea de que hay una especie salvaje en África que puedes matar y comer de un solo golpe merece ser preservada. He sentido esa pasión ", dice Amy sobre su trabajo en el Ruaha NP. Y ella quiere salvaguardar esa pasión por la posteridad.
Entiendo exactamente lo que significa el biólogo del juego. Durante nuestro viaje dormimos varias veces junto a leones que deambulan libremente, sin una cerca que nos separe. Un rugido de león que suena como un amplificador de un concierto pop libera algo en mí. Una combinación de asombro íntimo y belleza pura. Se trata de vivir y sobrevivir. Para los humanos y el león. Se agrega una dimensión adicional de nuestra existencia, que aún no conocía. Como si 'Keeping Life' tuviera un nuevo piso.

Ruaha de todos modos
La decisión ha sido tomada. Visitamos el parque Ruaha. Con nuestras tarifas de entrada al parque contribuimos al mantenimiento del león y otros animales salvajes. Esperamos ver a los depredadores en este parque. Desafiamos el camino de acceso pobre para esto. La tabla de lavar, causada por los camiones y autobuses pesados ​​de carreras, tiene cimas altas que están muy separadas. Normalmente, un automóvil puede conducir a la velocidad correcta sobre la parte superior de la tabla de lavar, pero aquí las ruedas desaparecen en cada hoyo. Nos vuelve locos. En el camino vemos muchos masai. Hombres duros con sus cuerpos envueltos en telas a cuadros. Orgullosamente apoyado contra un palo largo que refuerza su imagen de guerrero intrépido. Ciertamente no son pobres, su rebaño a menudo tiene el valor de tres ladrones de tierras. Finalmente llegamos a la puerta de entrada. El parque es bellamente verde gracias a la temporada de lluvias. Muy mojado también. La naturaleza es variada. Baobab con hojas. Las palmeras ondean en el río. Un montón de hierba fresca para los herbívoros y hojas jugosas para la manada de elefantes.

Atrapado en el barro
No he visto rastros de animales felinos. Elegimos los pequeños caminos en un área remota. De vez en cuando conduciendo a través de charcos mojados. Onno utiliza tanto el diferencial como la marcha baja. Entonces, de repente, nos quedamos quietos en un gran lago. Atrapado en el barro El automóvil ya no puede avanzar. Luego al revés. Eso también falla. De nuevo adelante, las ruedas cavan más profundo. Miramos el árbol a 25 metros frente a nosotros, preguntándonos qué tan largo es nuestro cabrestante. ¿Y dónde está el 'manual para tontos' del cabrestante nuevo y nunca antes usado? Frente a todo el trabajo, Onno enciende el acelerador con firmeza, el auto en reversa. Funciona, nos estamos soltando. Si los guardabosques que encontramos en los autos de conducción del juego resumen su 'captura simulada' con: 'Es malo', aceptamos que la captura de un pez por un cocodrilo es lo más destacado de la visita al parque. Esperamos encontrarnos con muchos leones en una posible próxima visita al Parque Nacional Ruaha.

Continuamos A través del hermoso y variado paisaje hasta el norte de Tanzania, hasta el cráter Ngorogoro y el Serengeti.